La riqueza como injusticia: la economía moral del Mediterráneo antiguo y medieval (II)

Vista de la antigua ágora griega, centro de la vida cívica y económica en las ciudades-estado.
La ágora era el espacio público donde se debatían los asuntos políticos, se comerciaba y se ejercía la ciudadanía, reflejando la estrecha relación entre economía, propiedad y estatus en el mundo griego.

En la entrada anterior, vimos una panorámica general de lo que era el concepto de economía moral en las sociedades del Mediterráneo y nos centramos en Egipto y el Próximo Oriente Antiguo. Continuamos la explicación, en esta ocasión centrándonos en los cambios llevados a cabo en el seno de la cultura grecorromana.

Grecia y Roma: del límite moral a la sacralización de la propiedad

El mundo griego y romano representa una etapa de inflexión en la historia de las ideas sobre la riqueza y su distribución. Aunque heredan ciertos elementos críticos hacia la acumulación —especialmente en algunos sectores filosóficos—, ambas culturas institucionalizan un sistema político y legal que acaba justificando y perpetuando la desigualdad, rompiendo con anteriores tradiciones de condonación de deudas o redistribución de bienes.

Continuidad de la crítica al enriquecimiento

Vista del Templo de Hefesto en Atenas, uno de los mejor conservados de la Grecia clásica.
Hefesto, dios del trabajo manual y de la forja, simboliza la dignidad del artesanado frente al desprecio aristocrático hacia el trabajo productivo.

En la Grecia clásica, especialmente a través del pensamiento de Aristóteles, se mantiene viva una crítica a la acumulación ilimitada. En la Política (1257b ss.), Aristóteles distingue entre:

  • La economía doméstica (oikonomikê), orientada a la autosuficiencia y al uso racional de los bienes.

  • La crematística, o arte de adquirir riqueza, que tiene una vertiente natural (intercambio de lo necesario) y otra antinatural (acumulación de dinero sin fin).

En sus propias palabras:

Ánforas y vasijas griegas antiguas, símbolo del comercio y almacenamiento en la economía del mundo clásico.
Recipientes cerámicos utilizados en el mundo griego para el almacenamiento y transporte de bienes. Representan el vínculo entre economía doméstica, comercio y control de recursos.

Por eso la crematística parece tratar sobre todo de la moneda, y su función es el poder considerar de dónde obtendrá abundancia de recursos, pues es un arte productivo de riqueza y recursos. (…) Ciertamente, muchas veces consideran la riqueza como abundancia de dinero, porque sobre esto versa la crematística y el comercio (…)  y siendo rico en dinero, muchas veces se carece del alimento necesario

Política 1257b, trad. Manuela García Valdés. Gredos.

Esta última es criticada por ser contraria a la virtud, pues convierte el dinero en un fin en sí mismo. Aristóteles ilustra este desorden mediante el mito de Midas: quien convierte todo en oro, incluso lo que debía alimentarlo, acaba muriendo de hambre. La riqueza antinatural destruye el equilibrio y rompe con la vida buena y justa, que debe estar guiada por la razón y la moderación.

Ruptura política y legal: la sacralización de la propiedad

Estatua de Cicerón, símbolo del pensamiento jurídico y político romano.
Estatua de Cicerón, orador y filósofo romano, defensor de la propiedad como base del orden social. Wikimedia.

Sin embargo, esta crítica filosófica no impidió el desarrollo de sistemas políticos que consolidaron la desigualdad. En Roma, especialmente, se consagra un modelo jurídico centrado en la protección absoluta de la propiedad privada. Cicerón, en su Los deberes (II.73, cf. 78, 83-85; I.21), eleva la defensa de la propiedad al rango de principio fundacional del Estado: ninguna otra causa ha producido más daño —afirma— que alterar la seguridad de los bienes:

En efecto, este es el motivo principal por el que se han establecido repúblicas y ciudades: para mantener lo propio.

Estatua romana representando a un magistrado o juez, símbolo del derecho romano y la autoridad legal.
Representación de un juez romano, figura central del sistema jurídico que protegía la propiedad privada.

Los deberes II.73, trad. Ignacio J. García Pinilla. Gredos.

Y no es la única vez que defiende esta postura, pues en el En defensa de Aulo Cecina (67-75), insiste en que sin el ius civile nadie puede sentirse seguro ni de su patrimonio ni de su herencia. Este marco ideológico refuerza una visión en la que la riqueza es sinónimo de virtud cívica, y la pobreza, un signo de fracaso moral. Como escribió Ovidio (Amores, III.viii.55):

la fortuna es la que proporciona cargos.

— Trad. Vicente Cristóbal López. Gredos.

La ciudadanía, el respeto público y la participación política se vinculan directamente con la posesión de bienes. El historiador G.E.M. de Ste. Croix, en La lucha de clases en el mundo griego antiguo (1988), profundiza en esta dimensión estructural. A su juicio:

Por explotación entiendo la apropiación de parte del producto del trabajo ajeno.

— Página 60, trad. Teófilo de Lozoya. Crítica.

Para Ste. Croix, la ideología del bien limitado, descrita por Foster en la primera entrada de esta serie, no era una mera percepción cultural, sino una consecuencia directa de la apropiación desigual de recursos, especialmente tierra y trabajo. En Atenas y otras poleis, la concentración de tierras provocó conflictos sociales y reformas políticas. Este fenómeno se agudiza en Roma, donde la propiedad privada no solo se convierte en eje de la ciudadanía, sino en pilar ideológico del orden social.

Conclusiones y transición hacia el cristianismo primitivo

Esta evolución marca una ruptura con las economías morales del Próximo Oriente, donde existían mecanismos institucionalizados de condonación de deudas y redistribución de tierras. En Roma, por el contrario, no hay jubileos ni amnistías generalizadas: la deuda se convierte en herramienta de sujeción social, y su mantenimiento se articula mediante el Derecho y la violencia estatal.

Así, Grecia y Roma representan una paradoja: preservan en parte la crítica ética al enriquecimiento sin límite, pero construyen una arquitectura legal y política que institucionaliza la desigualdad. Este conflicto será clave para entender la irrupción del cristianismo primitivo, que retomará elementos de crítica profética y propondrá un nuevo horizonte moral en torno a la riqueza, el poder y la justicia.

📚 Bibliografía utilizada en esta segunda entrega:

📜 Fuentes primarias

  • Aristóteles. Política. Trad. de Manuela García Valdés. Madrid: Gredos, 1988.
  • Cicerón. En defensa de Aulo Cecina. Trad. de Jesús Aspa Cereza. Madrid: Gredos, 1991.
  • Cicerón. Los deberes. Trad. de Ignacio J. García Pinilla. Madrid: Gredos, 2014.
  • Ovidio. Amores. Trad. de Vicente Cristobal López. Madrid: Gredos, 1989.

📖 Estudios contemporáneos

  • De Ste. Croix, G.E.M. La lucha de clases en el mundo griego antiguo (trad. de Teófilo de Lozoya). Barcelona: Crítica, 1988.
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